Estos días nos hemos puesto a trabajar con rotuladores de colores. A pesar de que desde hace unos años ya hay una oferta de materiales muy interesante y económicas, los rotuladores no son herramientas baratas en relación a su duración, pero tienen sus posibilidades. Sin querer yo contar batallitas de abuelo, en mis tiempos apenas había más que Copic… y eran caros.
Sobre rotuladores ya he escrito algunos artículos que os enlazo por aquí, para tenerlo todo junto. Escribí un texto para poner «Un poco de orden con los rotuladores: una útil guía de colores». También escribí una propuesta para hacer una «Ilustración rápida a rotulador y lápiz de color», una pareja que funciona muy bien. También escribí sobre «Rotuladores acrílicos: colores opacos y degradados» y otro texto sobre «Rotuladores acrílicos y un pincel» . También me gusta hacer experimentos como «Estampación con rotuladores»… y ya.
También escribí un artículo para el blog de Domestika con una técnica parecida a lo que os voy a proponer en este artículo.
Para trabajar con rotuladores de colores propongo aquí la realización de un mapa. No se trata de una ilustración técnica (aviso). No es un trabajo cartográfico ni realista. Partiremos de una ilustración cuyo objetivo no es más que la realización de una representación libre de un mapa. Tomaré un mapa de la comunidad autónoma de Castilla y León dividida en provincias, y usaré los rotuladores de colores para marcar con ellos las altitudes, es decir, las zonas montañosas, las zonas verdes, etc, etc. Para ello me documento, eso sí. Que el mapa sea una ilustración más o menos decorativa no significa que me invente (demasiado) la información.
Voy partir de dos representaciones. Las veis aquí arriba. Una, a la izquierda, más «realista» y otra más esquemática para jugar con opciones diferentes. Ya que vamos a hacer una interpretación libre de los colores, por qué no hacerlo también con las formas del mapa.
Este de aquí abajo será el mapa que tomaré como documentación para identificar las principales zonas de la región en función de su altitud. Ahora bien, la representación (insisto) será relativamente libre, porque lo que me interesa es el uso de los rotuladores, cómo mezclarlos, y cómo marcar los distintos trazos en función de un determinado lenguaje gráfico. El objetivo de esta práctica será experimentar las posibilidades de mezclar y combinar los rotuladores.
Imprimo los mapas y calco en el papel que voy a usar (Un Basik de dibujo de 130 gr/m2) con distintos rotuladores finos. Hago pruebas con distintos colores también. Siempre hay que hacer pruebas porque siempre podemos encontrar opciones mejores y si no, pues volvemos a las primeras. Hay que cambiar de colores, cambiar de tipo de rotulador, cambiar de papel, cambiar de lenguaje gráfico…
A partir de esas pruebas ya nos haremos con una determinada paleta de colores. Buscaré los cinco o seis que me interesen (que tampoco tienen por qué ser los del mapa de la documentación). Voy a usar unos rotuladores al alcohol que ya tengo un poco gastados así que me tengo que asegurar de tener repuestos para que no me dejen tirado en medio de una provincia.
Los rotuladores no mezclan tan bien entre si como otros materiales, pero se puede conseguir ciertos matices y ciertas zonas que se van a mezclar mejor que otras simplemente teniendo en cuenta el tiempo de secado. Los rotuladores al alcohol obviamente se secan muy rápido así que si queremos mezclar o difuminar unos colores sobre otros debemos hacerlo muy rápido antes de que seque la capa inferior, porque si no quedará marcada la silueta de la segunda capa. Ese efecto tampoco está mal si lo queremos, es decir, podemos dar una primera capa, dejar secar y después dar las siguientes. Es más tranquilo y menos «estresante», la verdad (dentro de lo que puede estresar pintar con rotuladores, cuidado).
Comenzaré primero con el mapa esquemático. Coloreamos con trazos secos, rápidos y rectos, para acompañar el estilo del perfil recto del mapa. Luego haré la otra versión con un perfil más fiel al mapa tomado como referencia y lo haré con trazos más cuidados, curvos y modelados.
Elijo un amarillo como color base. Lo pondré en todas las provincias y, seguidamente, iré aplicando el segundo color, un naranja que va a representar las primeras alturas. No tardaré mucho en aplicar la segunda capa de manera que no dé tiempo a que se seque la base y se puedan mezclar un poco.
Después dejo que seque esta vez y aplico un marrón clarito para las primeras zonas montañosas. Fijaos cómo las dos primeras capas ya están secas y se han mezclado un poco los pigmentos en el papel mientras que esta tercera se marcan más los límites de lo pintado.
Ahora pinto ya las zonas de alta montaña para lo que dejo que seque un poco, pero no demasiado para que haya zonas más mezcladas que otras. Lo de cuánto esperar dependerá del tipo de rotulador, de la cantidad de alcohol que lleve, del como absorba el papel…
Debemos observar que el rotulador es un medio transparente, es decir, el color que apliquemos sobre blanco no será el mismo que tendremos cuando lo apliquemos sobre un color, por lo que las pruebas que hagamos al principio también tienen que tener en cuenta eso y a la hora de elegir los colores los deberemos elegir mirando la superposición que van a crear después y no por su color sobre el blanco.
El color lo aplico provincia a provincia aprovechando las líneas que marcan los límites provinciales, aunque algunas provincias si que las hago simultáneamente porque comparten determinadas zonas de color como estas dos primeras: Ávila y Segovia. También me pasa con Zamora y Valladolid o con León y Palencia. Las demás las hice una a una.
Aquí abajo os pongo el mapa acabado escaneado al que he limpiado con Photoshop las zonas exteriores de los límites de la comunidad autónoma. Si os habéis fijado arriba, el papel absorbe bastante rotulador y se expande. Me viene bien para que se mezclen mejor los colores pero se expande mucho en algunas zonas. Como no es regular decido quitarlo. Si me hubiera salido más o menos uniforme podría hasta quedar bien.
Voy con un segundo mapa. Para esta segunda versión, como decía al principio, aplicaré los colores más despacio, arrastrando más el rotulador e iré creando formas menos rectas, más curvas… (aunque veréis al final que no pude resistirme a marcar algunos trazos rectos). Por cambiar con respecto al otro mapa para las líneas del dibujo del mapa usaré un rotulador gris.
Aquí abajo os dejo el mapa escaneado al que también he limpiado el perímetro exterior que en determinadas zonas se había expandido demasiado.
Si tenéis rotuladores y no los habéis usado mucho, antes de que se sequen, probad a hacer un mapa. No requiere pensar mucho porque son manchas más o menos abstractas que nos ayudan a trabajar las mezclas. El mapa es una excusa para eso, vamos.
Ya aprovecho y os animo a que visitéis esta región, tan extensa como despoblada, tan diversa como bonita y con un patrimonio natural y cultural enorme. Ahí va la cuña de Castilla y León 🙂
Alberto Albarrán
Profesor del cuerpo de Artes Plásticas y Diseño. Da clase de "Técnicas de Expresión Gráfica" y de "Proyectos de Cómic" en los Ciclos Formativos de Ilustración y de Cómic en la Escuela de Arte de Ávila.
Website : http://www.albertoalbarran.com
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