Dibujar con cuchilla, colorear sin pintura…

En mi artículo anterior os propuse realizar una ilustración sencilla con apenas un lápiz de grafito acuarelable y un pincel. Lo titulé «Lápiz y papel… y un pincel». A ese mismo material hoy vamos a añadir una cuchilla o tijeras y un papel de color. Iremos aumentando nuestro estuche poco a poco para próximos artículos, pero para hoy nos quedamos con lo dicho. El objetivo es trabajar la síntesis en el uso de materiales, en las formas y en el uso del color.

Para la siguiente ilustración (que podéis ver completa abajo del todo de este artículo), usaré el color a partir de un papel coloreado, fácil de encontrar en cualquier papelería. Este papel verde será para las copas de los árboles, pero primero voy a aplicar unas aguadas con el lápiz de grafito acuarelable creando distintas texturas que me aporten calidez al color plano del papel verde. Una vez seco, literalmente dibujo las formas con una cuchilla. Serán, como digo, las copas de los árboles, por lo que dichas formas no las planteo con mucha definición. Son formas un tanto aleatorias de distintos tamaños que después siempre podemos podar con las tijeras.

Además de árboles también realizaré unas texturas amplias para la base de la ilustración hechas con pinceladas de grafito acuarelable sobre papel blanco y unas casas que recorto también de papel blanco y que irán sobre la base y delante o detrás de los árboles creando distintos planos.

Al final lo que tengo es una colección de árboles, casas y dos fondos a modo de colinas para realizar la composición de la ilustración final. Ahora el trabajo ya es de composición. Aunque en mi cabeza ya tenía una imagen de la ilustración que buscaba, ahora con los elementos recortados se empieza a dar forma a la imagen y se va diseñando el paisaje. Para esta composición se juega con la perspectiva, colocamos unos elementos delante y otros detrás, jugamos con la composición…

Con el lápiz dibujo algunos elementos a las casas (puertas, ventanas). A veces sobre la marcha tenemos que «plantar» más árboles, «edificar» más casas, o quitar elementos según nos lo vaya pidiendo la composición. Lo último ya es pegarlo todo, dibujar los árboles completos, algunos detalles que nos pida el cuerpo y escanearlo.

Dibujar con una cuchilla, cúter o tijeras es una práctica muy divertida. Nos permite centramos en las formas básicas de lo que queremos diseñar y la menor destreza que podamos tener con estas herramientas va a hacer que las formas tengan un cierto grado de aleatoriedad lo que viene muy bien si estamos acostumbrados a controlar el trazo de lo que dibujamos. Este es un ejercicio con el que se trabaja la capacidad de síntesis, tanto en las formas como en los colores y que nos permite obtener imágenes originales con pocos medios o con herramientas no excesivamente caras.