Matisse: más que la suma de las partes.

En 1935 el Limited Edition Club de EEUU le ofreción a Henri Matisse 5.000 libras por ilustrar una edición de 1.500 ejemplares del libro Ullysses de James Joyce. Debo confesar que todavía no he leído este famoso libro. Lo más curioso es que Matisse tampoco lo leyó. María Popova de Brainpickings dice que Joyce se emocionó al saber que Matisse iba a ilustrar esta edición de lujo, pero le preocupaba que no lo leyera. Efectivamente eso pasó. Matisse hizo 6 grabados para el libro basándose en la Odisea de Homero, que trata de la travesía de Odiseo o Ulises.

Efectivamente, el libro de James Joyce establece paralelismos entre la Odisea de Homero y la estructura de la novela y los personajes. Evidentemente las ilustraciones de Matisse son preciosas.

Sin embargo, seguro que todos nos hemos encontrado varias veces con un álbum ilustrado donde las ilustraciones son una obra de arte, la historia es muy interesante pero no hay un conjunto. Las ilustraciones y el texto no se convierten en un objeto. Creo que esto es lo que pasa en esta edición de Ulysses, aunque preciosa, le falta algo.

En los años cuarenta Matisse una de las principales actividades de Matisse es ilustrar libros. Es uno de los mejores ilustradores por el esmero con que sigue cada fase de la producción. En 1948 ilustra al Florilegio de los amores de Ronsard, con 126 litografías. En 1950 ilustra los Poemas de Charles d’Orleans. Hace cubiertas para libros, catálogos, volúmenes y revistas de arte. Sus ilustraciones se inspiran en los textos que, esta vez sí, lee.

En 1947, ilustra Las Flores del mal de Charles Baudelaire, considerada una de las obras más importantes de la poesía moderna y la obra cumbre del poeta. El libro supone una ruptura estética dentro de la tradición poética francesa tanto por la elección de sus temas como por las representaciones de la mujer, las relaciones sexuales y la aceptación de la propia perversidad.

Realizó 33 ilustraciones para este libro, un retrato del autor un autorretrato, un retrato de Baudelaire, otros tres de chicos jóvenes y 29 mujeres. Según Stéphane Guégan, que ha escrito un análisis como introducción a la última edición de este libro, “La sensación sensual y nostálgica de las caras de estas mujeres, sensuales, riendo o felinas dependiendo del contexto de los textos que más que ilustran acompañan al texto. Una relación de armonía, no de plana corrección con dibujos rectos y efectos gráficos … abre una ventana muy femenina en la estética y la psique del escritor”.

Las ilustraciones de Matisse lineales, abstractas, modernas, surgen de la lectura directa del texto, ajustándose en cada ocasión a los diversos contenidos. Las Flores del Mal había sido ilustrado por varios artistas como Émile Bernard, Charles Despiau, Jacob Epstein, Gustave Rodin, Georges Rouault y Pierre-Yves Trémois, pero es la de Matisse la que se considera la mejor versión. Ese momento mágico cuando la combinación de ilustración y texto son más que la suma de ambos.

Bibliografía:

• Brainpikings de María Popova.
• Faena Aleph fundado por Alan Faena.
• Wikipedia.
• Matisse, biblioteca El Mundo.
• Stéphane Guégan, introducción a Las flores del Mal