Nuestro decálogo de artista son una serie de reglas, de consejos, de inspiración para afrontar la vida de un ilustrador profesional, una reflexión sobre el significado profundo de ser artista e ilustrador.
1- Crea por necesidad.
Quizás se entienda mejor en negativo, nos sentimos mal cuando no creamos.
Sabemos que existen diferentes tipos de personalidad en cada individuo y el tipo creativo es uno de ellos. Necesitamos esa energía que nos proporciona crear cosas nuevas, y cuando estamos en ello y realmente seducidos existe un trance, una conexión entre el creador y su obra. Buscamos, anhelamos ese momento y cuando se nos priva de él, lo buscamos de nuevo. Es una fuerza mayor y por eso creo que el artista es un ser laborioso, porque necesita de esa vía de escape, no como una vía de olvido, sino de reencuentro con uno mismo, con la parte más profunda de su personalidad.
Tenemos que explorar esa pasión y si existe y está latente sacarla fuera para que dé lo máximo. Lo mejor de nosotros mismos.
No elijamos ilustrar o crear libros como profesión porque está de moda, porque nos gustan las ilustraciones o porque parece una buena manera de sacar la creatividad, tiene que existir algo más, una fuerza interior que te sale de dentro.
Este planteamiento es radical y es importante, no es posible atravesar por los malos momentos (que existirán) en la profesión si antes no nos aclaramos en este punto. Es la única manera de resistir y de conectar completamente cuando trabajamos, si tenemos una pasión digna de ese trabajo y si podemos alimentarla día a día.
Hay que comentar también que esa pasión no es inamovible, va y viene y si la alimentamos crece, si le damos rienda suelta nos ayudará en los malos momentos y se convertirá en un viaje maravilloso.
2- Explora lo desconocido.
La incertidumbre no es mala, ningún artista sabe cuál es su potencial, dónde es capaz de llegar cuando explora con su trabajo. Lo sabremos haciéndolo, de una manera honesta, honrada y dejándonos llevar por las ideas. Sin tener un calendario de enseñanzas o moral predefinido.
Le pido a mis alumnos trascender para alcanzar cotas de abstracción que nos permita percibir parte de aquello que no sabemos. Tocar y sentir donde no llegan las reglas sintácticas, como en un poema.
La misión del autor es ir más allá de aquello que no conoce, y no ahondar en aquello que no admite réplica porque su opinión ya está formada, actuando así como un engranaje más en la transmisión de una idea colectiva. No creo que estemos para eso, en mi opinión estamos para algo más. Somos un medio de transmisión, sí, pero de ideas mucho más grandes que nosotros mismos y nuestras pequeñas opiniones. A veces actuamos con filosofía, pero no como artistas.
La idea para un libro no tiene rumbo, ni finalidad, ni programa. La idea se presenta en tu puerta a las 3 de la mañana y la acompañamos allá dónde nos diga, con dudas, en pijama y vamos hacia donde haya que ir .
3- Usa el arte como una ventana para trascender.
Una obra de arte es una ventana hacía lo que trasciende. Si lo dejamos entrar tendremos acceso inmediato a la parte del artista que va más allá de lo conocido.
No podemos explicarlo porque contiene elementos de lo desconocido. Y lo necesitamos porque la ignorancia de nuestros sentidos tiene unos límites, lo necesitamos para conectarnos con la parte que trasciende en el mundo.
Lo hacemos involuntariamente, sin darnos cuenta. Podemos escuchar música, mirar un cuadro, ver una película y alcanzar un grado de éxtasis, de misticismo que no podemos explicar. La música, la danza, la pintura, los libros, el arte no se pueden explicar como un conjunto de reglas, es precisamente todo lo contrario; aquello que va más allá de las reglas conocidas y tocan la parte inconsciente de uno mismo.
No sabemos bien el por qué, para ser más felices?, para conocernos mejor? para aprender sobre nuestro comportamiento? Para dar un significado profundo a la vida?. De cualquier manera es algo tan importante para el ser humano que no podría vivir sin ello.
4- Trae de la experiencia de trascender una prueba.
De toda esta experiencia hay algo que mueve al artista dentro, lo transforma como receptor de esa experiencia. Pero esa no es la parte más importante de una obra. Si el artista no es capaz de transmitir y de obtener una prueba de aquello que ha sentido se trata solamente de una experiencia interior, no destinada a ser compartida. Por ello tenemos que tratar que nuestra experiencia sea participada, que pueda comunicar a otras personas parte de esa experiencia y su mensaje o el sentimiento sea recibido.
Parte del problema que tengo con el arte moderno es que el artista parece ser el único receptor de la obra y tenemos que dar por buena su experiencia mística al hacerla, basada en su palabra. Para mí no es suficiente que cualquier obra contemporánea mueva al artista. Si no se es capaz de comunicar estéticamente y simbólicamente el autor ha fracasado. La obra necesita ser atemporal en la ausencia del autor, no es necesaria su explicación de esa obra.
Añadiría al hecho de traer una prueba de esa experiencia, la capacidad de que esa experiencia pudiera ser compartida.
5- El precio comercial de tu obra lo decide el mercado.
Este punto también tiene que ver con algo que veremos más adelante, la separación que tenemos que hacer entre creador y obra.
Nuestro trabajo de ilustración es un arte aplicado y por lo tanto aplicado a un mercado, que funciona de manera incontrolable para nosotros. Seguramente a veces tengamos que llegar a compromisos para publicar nuestro trabajo, otras el propio mercado nos podrá ayudar porque necesita de aquello que estamos haciendo. Las dos líneas de tiempo coinciden, se separan o podemos forzar que suceda. Para ello nada mejor que conocer el mercado, ir a las ferias y saber qué puedes vender y qué no puedes vender, saber cuál es el compromiso que estás dispuesto a hacer para vender.
Estas decisiones naturalmente son muy personales, se basa en la economía de cada uno, el interés en proteger el trabajo de excesos de marketing o al contrario, que el mercado pueda ayudar a nuestra obra a mejorar y a que sea más legible.
Todo ello se hará en pequeñas micro batallas, en una frase, un gesto, un dibujo. En cada una de ellas haremos una reflexión sobre aquello que perdemos y aquello que podemos ganar.
El mundo no nos debe nada, tenemos que crear nuestras propias exigencias, nuestras recompensas. Esas recompensas están sobre todo en el crecimiento personal y en el ser capaz de comunicar y aquellos que sean capaces de hacerlo de una manera magistral estoy seguro que cambiarán el mundo.
6- No tienes por qué saber previamente tu destino, solamente en el momento de hacerlo.
Aunque no existen patrones de comportamiento a la hora de afrontar una ilustración las ideas preconcebidas llevan siempre a una desilusión, no siempre serán como uno las espera. El artista necesita dejar espacio a la búsqueda, al encuentro casual siguiendo el instinto para poder sorprenderse en cada momento, para alimentar una casualidad y un espíritu de juego.
Es precisamente el camino hacia ese destino el que da un significado a la existencia del artista, el momento de buscar y encontrar, de sufrir, de satisfacción al hallar nuevos caminos.
Los momentos de satisfacción en las publicaciones, premios o éxitos son tan breves que necesitamos que eso no sea un objetivo, sino un espacio agradable y de reconocimiento de nuestro trabajo, nada más.
7- Tu fragilidad te protege de tu narcisismo.
El autoestima del ilustrador suele pasar por situaciones complicadas y altibajos. Las alabanzas y las críticas suelen llegar en grandes medidas y normalmente a la vez. El ilustrador suele ser un ser frágil, al menos en la parte que afecta a la firmeza en su trabajo. Eso nos hace vulnerables, pero a la vez nos protege de algo que puede ser fatal, caer en un narcisismo que podría provocar un enamoramiento excesivo del propio trabajo. Eso suele llevar a la repetición y a anular el progreso en el trabajo. No estamos hablando de aborrecer el trabajo anterior, sino de tener objetividad para intentar no repetirnos ni copiarnos a nosotros mismos, ni tenernos como referencia.
8- Intenta llegar antes que el filósofo.
Este punto está relacionado con lo que hemos mencionado anteriormente «A veces actuamos con filosofía, pero no como artistas.»
Significa que llegamos a través de la lógica a ciertas decisiones dándole un significado demasiado concreto desde el principio, demasiado pilotado para trascender, está guiado por intereses morales y no artísticos.
La capacidad y la fortuna del artista es poder llegar a puntos inaccesibles del entendimiento, usar los trampolines de la percepción para alcanzar objetos lejanos, que no se encuentran a simple vista.
No estamos hablando de una superioridad filosófica del artista, sino de una exploración basada en una intuición y un sentimiento estético fuerte. Nuestro camino está menos iluminado pero por ello podemos acceder a nuevos senderos .
El lector se siente reconocido en un idea encarnada por el artista que el lector no ha sabido descifrar, pero la reconoce como suya.
Espero me sepan perdonar el lenguaje demasiado retórico, no encuentro en estos momentos otro mejor para poder explicarlo con mayor claridad.
9- No seas un justiciero social ni un ideólogo.
Las ideas sociales, políticas o morales deberían ser solo metas casuales de un anhelo mucho mayor.
En mi opinión, solo cuando un libro está abierto al lector y no lo trata como un simple destinatario de un manifiesto, sino como un colaborador necesario de una ficción, es cuando el libro toma vuelo.
Si cualquier lectura de un libro viene percibida en términos políticos, evidentemente el arte, la escritura se resiente y se vacuna previamente. El resultado es un equilibrio malsano entre lo correcto y lo vacío.
No significa que no tengamos que tener moral, ideales y queramos cambiar el mundo para mejor, pero es una ayuda innecesaria si no tratamos al lector de una manera inteligente, como si fuera un ser sin ideas, en blanco o corrupto. Nuestras ideas artísticas pertenecen a un bando diferente de las ideas morales, por eso no pueden estar supeditadas a ellas. No es necesario que no estén en nuestro proyecto esos ideales y moral, pero el arte no se puede supeditar a ello.
La moral, las enseñanzas pueden aflorar pero siempre que lo hagan de una manera natural, no como un manual moral.
10- Aquello que te bloquea forma parte de aquello que te hará progresar.
Los malos momentos no siempre son negativos para el trabajo.
Sabemos que hay momentos de espera, de desesperación, de encontrarse perdido y eso no siempre es un mal.
En el libro LaCiudad de Cristal de Paul Auster una llamada equivocada preguntando por un detective hace que Paul Auster (protagonista del libro) se haga pasar por ese detective para involucrarse en una historia dentro de la historia. Al igual que El Quijote se lanza a la aventura dentro del libro de aventuras que ya estaba leyendo y el cura hace una crítica literaria en la biblioteca del Quijote con títulos reales de libros de caballería. Los personajes de Esperando a Godot o Niebla de Unamuno se interrogan sobre ellos mismos y sobre su creador en un ejercicio de existencialismo en varias direcciones.
Marianna Coppo empieza su libro “La historia” con cinco personajes que esperan a que llegue una historia y llegará en manos de otro personaje al final del libro, pero para entonces la historia ya está contada. Una gran reflexión sobre el existencialismo al igual que los personajes de Esperando a Godot se interrogan sobre sí mismos y sobre su creador.
La ficción empieza siempre en algún punto, y puede empezar también en momentos de bloqueo o esos momentos duros. Tenemos que tener la capacidad de desdoblarnos siempre para mirarnos desde otro punto de vista y sacar partido a cualquier situación, sea la que sea.
1.2 Diferencia entre artesanía y arte.
Un último apunte que no he tratado en el vídeo es la diferencia entre artesanía y arte, simplemente para tratar de diferenciar algo tan íntimamente unido y que a veces podemos confundir. La artesanía se alimenta de una tradición de técnica, estilo y formas con una serie de reglas más o menos rígidas establecidas. El arte utiliza los mismos elementos pero tratar de encontrar la excepción dentro de las reglas. Consideremos las artesanías que Picasso transformó en arte usando los mismos materiales, elementos y lenguaje pero a la vez ofreciendo una disrupción y un cambio de reglas.
1.3 Tus Armas de Estímulo
Hemos comentado las armas de estímulo que tenemos los artistas, bien para crear, bien para motivarnos para crear. A la hora de elegir el proyecto y a qué dedicar nuestra atención podemos hacerlo por determinados motivos.
Tenemos que intentar aplicar nuestros estímulos para obtener un trabajo constante y efectivo. No siempre vamos a poder progresar y por ello es importante saber si estamos progresando cuando el trabajo no fluye. Es decir, si estamos pensando en la manera de buscar soluciones, aunque no las hayamos encontrado todavía.
Más adelante veremos los métodos de trabajo y rutina diaria que usaremos para mejorar en nuestras capacidades, en esta unidad nos concentramos solamente en el significado de ese trabajo, en el por qué lo hacemos y si estamos dispuestos a hacer un sacrificio para llegar a una realización personal y profesional.
Algunos son:
Nuestras armas de estímulo de artista:
-El entusiasmo
El entusiasmo hacia un tema o un área es imprescindible y el único problema que puede presentar es el de cansarnos pronto porque otra cosa ha llamado nuestra atención o porque ese entusiasmo ha decaído, intentemos que ese entusiasmo esté provocado con otros elementos, como son la curiosidad, el estudio o la apreciación de la belleza.
-El odio
No es una buena arma de estímulo pero eso no significa que no exista, el odio ha producido también obras de arte y nosotros trataremos de evitarlo.
-La curiosidad
La curiosidad nos lleva a explorar, a investigar, a descubrir artistas, obras de arte, a interrogarnos sobre maneras de expresar diferentes sensaciones y al estudio del uso de la técnica para ello. No abandones nunca esta curiosidad.
-Los intereses
Nuestros intereses seguramente tienen mucho que ver con nuestra cultura, con lo vivido y las personas que conocemos. Ampliemos esos intereses en todo lo que podamos, de una manera no superficial, estudiando y aprendiendo en un corto , medio y largo plazo.
-La apreciación de la belleza
Quizás sea algo que se puede educar, pero sin duda forma parte de esa sensibilidad artística ligada a la estética, a la apreciación de aquello que nos mueve y nos conmueve. Intentemos que esa apreciación pueda también ser comunicada a través de nuestras obras.
Unidad 1- CCI Decálogo de artista
1.1 Decálogo de Artista
1.2 Diferencia entre artesanía y arte
1.3 Tus Armas de Estímulo
1.1 Decálogo de artista
Nuestro decálogo de artista son una serie de reglas, de consejos, de inspiración para afrontar la vida de un ilustrador profesional, una reflexión sobre el significado profundo de ser artista e ilustrador.
1- Crea por necesidad.
Quizás se entienda mejor en negativo, nos sentimos mal cuando no creamos.
Sabemos que existen diferentes tipos de personalidad en cada individuo y el tipo creativo es uno de ellos. Necesitamos esa energía que nos proporciona crear cosas nuevas, y cuando estamos en ello y realmente seducidos existe un trance, una conexión entre el creador y su obra. Buscamos, anhelamos ese momento y cuando se nos priva de él, lo buscamos de nuevo. Es una fuerza mayor y por eso creo que el artista es un ser laborioso, porque necesita de esa vía de escape, no como una vía de olvido, sino de reencuentro con uno mismo, con la parte más profunda de su personalidad.
Tenemos que explorar esa pasión y si existe y está latente sacarla fuera para que dé lo máximo. Lo mejor de nosotros mismos.
No elijamos ilustrar o crear libros como profesión porque está de moda, porque nos gustan las ilustraciones o porque parece una buena manera de sacar la creatividad, tiene que existir algo más, una fuerza interior que te sale de dentro.
Este planteamiento es radical y es importante, no es posible atravesar por los malos momentos (que existirán) en la profesión si antes no nos aclaramos en este punto. Es la única manera de resistir y de conectar completamente cuando trabajamos, si tenemos una pasión digna de ese trabajo y si podemos alimentarla día a día.
Hay que comentar también que esa pasión no es inamovible, va y viene y si la alimentamos crece, si le damos rienda suelta nos ayudará en los malos momentos y se convertirá en un viaje maravilloso.
2- Explora lo desconocido.
La incertidumbre no es mala, ningún artista sabe cuál es su potencial, dónde es capaz de llegar cuando explora con su trabajo. Lo sabremos haciéndolo, de una manera honesta, honrada y dejándonos llevar por las ideas. Sin tener un calendario de enseñanzas o moral predefinido.
Le pido a mis alumnos trascender para alcanzar cotas de abstracción que nos permita percibir parte de aquello que no sabemos. Tocar y sentir donde no llegan las reglas sintácticas, como en un poema.
La misión del autor es ir más allá de aquello que no conoce, y no ahondar en aquello que no admite réplica porque su opinión ya está formada, actuando así como un engranaje más en la transmisión de una idea colectiva. No creo que estemos para eso, en mi opinión estamos para algo más. Somos un medio de transmisión, sí, pero de ideas mucho más grandes que nosotros mismos y nuestras pequeñas opiniones. A veces actuamos con filosofía, pero no como artistas.
La idea para un libro no tiene rumbo, ni finalidad, ni programa. La idea se presenta en tu puerta a las 3 de la mañana y la acompañamos allá dónde nos diga, con dudas, en pijama y vamos hacia donde haya que ir .
3- Usa el arte como una ventana para trascender.
Una obra de arte es una ventana hacía lo que trasciende. Si lo dejamos entrar tendremos acceso inmediato a la parte del artista que va más allá de lo conocido.
No podemos explicarlo porque contiene elementos de lo desconocido. Y lo necesitamos porque la ignorancia de nuestros sentidos tiene unos límites, lo necesitamos para conectarnos con la parte que trasciende en el mundo.
Lo hacemos involuntariamente, sin darnos cuenta. Podemos escuchar música, mirar un cuadro, ver una película y alcanzar un grado de éxtasis, de misticismo que no podemos explicar. La música, la danza, la pintura, los libros, el arte no se pueden explicar como un conjunto de reglas, es precisamente todo lo contrario; aquello que va más allá de las reglas conocidas y tocan la parte inconsciente de uno mismo.
No sabemos bien el por qué, para ser más felices?, para conocernos mejor? para aprender sobre nuestro comportamiento? Para dar un significado profundo a la vida?. De cualquier manera es algo tan importante para el ser humano que no podría vivir sin ello.
4- Trae de la experiencia de trascender una prueba.
De toda esta experiencia hay algo que mueve al artista dentro, lo transforma como receptor de esa experiencia. Pero esa no es la parte más importante de una obra. Si el artista no es capaz de transmitir y de obtener una prueba de aquello que ha sentido se trata solamente de una experiencia interior, no destinada a ser compartida. Por ello tenemos que tratar que nuestra experiencia sea participada, que pueda comunicar a otras personas parte de esa experiencia y su mensaje o el sentimiento sea recibido.
Parte del problema que tengo con el arte moderno es que el artista parece ser el único receptor de la obra y tenemos que dar por buena su experiencia mística al hacerla, basada en su palabra. Para mí no es suficiente que cualquier obra contemporánea mueva al artista. Si no se es capaz de comunicar estéticamente y simbólicamente el autor ha fracasado. La obra necesita ser atemporal en la ausencia del autor, no es necesaria su explicación de esa obra.
Añadiría al hecho de traer una prueba de esa experiencia, la capacidad de que esa experiencia pudiera ser compartida.
5- El precio comercial de tu obra lo decide el mercado.
Este punto también tiene que ver con algo que veremos más adelante, la separación que tenemos que hacer entre creador y obra.
Nuestro trabajo de ilustración es un arte aplicado y por lo tanto aplicado a un mercado, que funciona de manera incontrolable para nosotros. Seguramente a veces tengamos que llegar a compromisos para publicar nuestro trabajo, otras el propio mercado nos podrá ayudar porque necesita de aquello que estamos haciendo. Las dos líneas de tiempo coinciden, se separan o podemos forzar que suceda. Para ello nada mejor que conocer el mercado, ir a las ferias y saber qué puedes vender y qué no puedes vender, saber cuál es el compromiso que estás dispuesto a hacer para vender.
Estas decisiones naturalmente son muy personales, se basa en la economía de cada uno, el interés en proteger el trabajo de excesos de marketing o al contrario, que el mercado pueda ayudar a nuestra obra a mejorar y a que sea más legible.
Todo ello se hará en pequeñas micro batallas, en una frase, un gesto, un dibujo. En cada una de ellas haremos una reflexión sobre aquello que perdemos y aquello que podemos ganar.
El mundo no nos debe nada, tenemos que crear nuestras propias exigencias, nuestras recompensas. Esas recompensas están sobre todo en el crecimiento personal y en el ser capaz de comunicar y aquellos que sean capaces de hacerlo de una manera magistral estoy seguro que cambiarán el mundo.
6- No tienes por qué saber previamente tu destino, solamente en el momento de hacerlo.
Aunque no existen patrones de comportamiento a la hora de afrontar una ilustración las ideas preconcebidas llevan siempre a una desilusión, no siempre serán como uno las espera. El artista necesita dejar espacio a la búsqueda, al encuentro casual siguiendo el instinto para poder sorprenderse en cada momento, para alimentar una casualidad y un espíritu de juego.
Es precisamente el camino hacia ese destino el que da un significado a la existencia del artista, el momento de buscar y encontrar, de sufrir, de satisfacción al hallar nuevos caminos.
Los momentos de satisfacción en las publicaciones, premios o éxitos son tan breves que necesitamos que eso no sea un objetivo, sino un espacio agradable y de reconocimiento de nuestro trabajo, nada más.
7- Tu fragilidad te protege de tu narcisismo.
El autoestima del ilustrador suele pasar por situaciones complicadas y altibajos. Las alabanzas y las críticas suelen llegar en grandes medidas y normalmente a la vez. El ilustrador suele ser un ser frágil, al menos en la parte que afecta a la firmeza en su trabajo. Eso nos hace vulnerables, pero a la vez nos protege de algo que puede ser fatal, caer en un narcisismo que podría provocar un enamoramiento excesivo del propio trabajo. Eso suele llevar a la repetición y a anular el progreso en el trabajo. No estamos hablando de aborrecer el trabajo anterior, sino de tener objetividad para intentar no repetirnos ni copiarnos a nosotros mismos, ni tenernos como referencia.
8- Intenta llegar antes que el filósofo.
Este punto está relacionado con lo que hemos mencionado anteriormente «A veces actuamos con filosofía, pero no como artistas.»
Significa que llegamos a través de la lógica a ciertas decisiones dándole un significado demasiado concreto desde el principio, demasiado pilotado para trascender, está guiado por intereses morales y no artísticos.
La capacidad y la fortuna del artista es poder llegar a puntos inaccesibles del entendimiento, usar los trampolines de la percepción para alcanzar objetos lejanos, que no se encuentran a simple vista.
No estamos hablando de una superioridad filosófica del artista, sino de una exploración basada en una intuición y un sentimiento estético fuerte. Nuestro camino está menos iluminado pero por ello podemos acceder a nuevos senderos .
El lector se siente reconocido en un idea encarnada por el artista que el lector no ha sabido descifrar, pero la reconoce como suya.
Espero me sepan perdonar el lenguaje demasiado retórico, no encuentro en estos momentos otro mejor para poder explicarlo con mayor claridad.
9- No seas un justiciero social ni un ideólogo.
Las ideas sociales, políticas o morales deberían ser solo metas casuales de un anhelo mucho mayor.
En mi opinión, solo cuando un libro está abierto al lector y no lo trata como un simple destinatario de un manifiesto, sino como un colaborador necesario de una ficción, es cuando el libro toma vuelo.
Si cualquier lectura de un libro viene percibida en términos políticos, evidentemente el arte, la escritura se resiente y se vacuna previamente. El resultado es un equilibrio malsano entre lo correcto y lo vacío.
No significa que no tengamos que tener moral, ideales y queramos cambiar el mundo para mejor, pero es una ayuda innecesaria si no tratamos al lector de una manera inteligente, como si fuera un ser sin ideas, en blanco o corrupto. Nuestras ideas artísticas pertenecen a un bando diferente de las ideas morales, por eso no pueden estar supeditadas a ellas. No es necesario que no estén en nuestro proyecto esos ideales y moral, pero el arte no se puede supeditar a ello.
La moral, las enseñanzas pueden aflorar pero siempre que lo hagan de una manera natural, no como un manual moral.
10- Aquello que te bloquea forma parte de aquello que te hará progresar.
Los malos momentos no siempre son negativos para el trabajo.
Sabemos que hay momentos de espera, de desesperación, de encontrarse perdido y eso no siempre es un mal.
En el libro La Ciudad de Cristal de Paul Auster una llamada equivocada preguntando por un detective hace que Paul Auster (protagonista del libro) se haga pasar por ese detective para involucrarse en una historia dentro de la historia. Al igual que El Quijote se lanza a la aventura dentro del libro de aventuras que ya estaba leyendo y el cura hace una crítica literaria en la biblioteca del Quijote con títulos reales de libros de caballería. Los personajes de Esperando a Godot o Niebla de Unamuno se interrogan sobre ellos mismos y sobre su creador en un ejercicio de existencialismo en varias direcciones.
Marianna Coppo empieza su libro “La historia” con cinco personajes que esperan a que llegue una historia y llegará en manos de otro personaje al final del libro, pero para entonces la historia ya está contada. Una gran reflexión sobre el existencialismo al igual que los personajes de Esperando a Godot se interrogan sobre sí mismos y sobre su creador.
La ficción empieza siempre en algún punto, y puede empezar también en momentos de bloqueo o esos momentos duros. Tenemos que tener la capacidad de desdoblarnos siempre para mirarnos desde otro punto de vista y sacar partido a cualquier situación, sea la que sea.
1.2 Diferencia entre artesanía y arte.
Un último apunte que no he tratado en el vídeo es la diferencia entre artesanía y arte, simplemente para tratar de diferenciar algo tan íntimamente unido y que a veces podemos confundir. La artesanía se alimenta de una tradición de técnica, estilo y formas con una serie de reglas más o menos rígidas establecidas. El arte utiliza los mismos elementos pero tratar de encontrar la excepción dentro de las reglas. Consideremos las artesanías que Picasso transformó en arte usando los mismos materiales, elementos y lenguaje pero a la vez ofreciendo una disrupción y un cambio de reglas.
1.3 Tus Armas de Estímulo
Hemos comentado las armas de estímulo que tenemos los artistas, bien para crear, bien para motivarnos para crear. A la hora de elegir el proyecto y a qué dedicar nuestra atención podemos hacerlo por determinados motivos.
Tenemos que intentar aplicar nuestros estímulos para obtener un trabajo constante y efectivo. No siempre vamos a poder progresar y por ello es importante saber si estamos progresando cuando el trabajo no fluye. Es decir, si estamos pensando en la manera de buscar soluciones, aunque no las hayamos encontrado todavía.
Más adelante veremos los métodos de trabajo y rutina diaria que usaremos para mejorar en nuestras capacidades, en esta unidad nos concentramos solamente en el significado de ese trabajo, en el por qué lo hacemos y si estamos dispuestos a hacer un sacrificio para llegar a una realización personal y profesional.
Algunos son:
Nuestras armas de estímulo de artista:
-El entusiasmo
El entusiasmo hacia un tema o un área es imprescindible y el único problema que puede presentar es el de cansarnos pronto porque otra cosa ha llamado nuestra atención o porque ese entusiasmo ha decaído, intentemos que ese entusiasmo esté provocado con otros elementos, como son la curiosidad, el estudio o la apreciación de la belleza.
-El odio
No es una buena arma de estímulo pero eso no significa que no exista, el odio ha producido también obras de arte y nosotros trataremos de evitarlo.
-La curiosidad
La curiosidad nos lleva a explorar, a investigar, a descubrir artistas, obras de arte, a interrogarnos sobre maneras de expresar diferentes sensaciones y al estudio del uso de la técnica para ello. No abandones nunca esta curiosidad.
-Los intereses
Nuestros intereses seguramente tienen mucho que ver con nuestra cultura, con lo vivido y las personas que conocemos. Ampliemos esos intereses en todo lo que podamos, de una manera no superficial, estudiando y aprendiendo en un corto , medio y largo plazo.
-La apreciación de la belleza
Quizás sea algo que se puede educar, pero sin duda forma parte de esa sensibilidad artística ligada a la estética, a la apreciación de aquello que nos mueve y nos conmueve. Intentemos que esa apreciación pueda también ser comunicada a través de nuestras obras.
Tu UNIDAD en formato PDF :
Unidad 1
Unidad 1 (versione in italiano)
Tus DUDAS sobre LA UNIDAD:
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Tu BIBLIOGRAFÍA de la Unidad: